Los obstáculos físicos en el trayecto de propagación tienen un importante impacto en las señales inalámbricas. Las peores condiciones se dan en edificios de hormigón pesado o estructuras de acero, ya que el hormigón, los ladrillos o el alambre para gallinero pueden funcionar como tapones. Dentro de estos entornos, un único punto de acceso Wi-Fi no es suficiente para cubrir toda la casa o el apartamento. Para aprovechar las ventajas de la conectividad inalámbrica y mejorar la cobertura y el rendimiento del Wi-Fi, son inevitables los puntos de acceso por satélite, además de la pasarela residencial. Una red Wi-Fi mesh establecida dinámicamente entre los puntos de acceso al satélite facilita el uso de servicios que consumen ancho de banda en clientes inalámbricos en la totalidad del edificio.

En una red de malla, incluso el satélite más lejano es capaz de proporcionar una potente señal Wi-Fi. Utilizando un único SSID y contraseña, la red Wi-Fi mesh facilita la itinerancia sin problemas, con una transferencia fluida entre satélites para una experiencia inalámbrica continua e ininterrumpida.